Juantxo López de Uralde: «Sánchez pretendía acabar con Podemos»

[Entrevista]

El candidato de Unidas Podemos vivió en primera persona la (no) negociación con el PSOE y apuesta por volver a exigir un Gobierno de coalición si, como en abril, hay una mayoría progresista en España. Denuncia una «verdadera línea roja» contra ellos.

 

PREGUNTA. Seis meses después de las últimas elecciones generales, ¿por qué tienen que volver a confiar los ciudadanos en políticos que les han decepcionado?

RESPUESTA. Pedro Sánchez tenía un mandato de la ciudadanía para formar gobierno negociando y sumando. Su misión era conseguir los votos para conformar ese Gobierno. Desgraciadamente no ha hecho su trabajo. No ha querido formar Gobierno con nosotros y es quien tiene que asumir la responsabilidad de estas nuevas elecciones. La falta de voluntad de Sánchez no era anecdótica sino que no tenía voluntad real de conformar un Gobierno de izquierdas.

P. En la noche electoral se daba por hecho que habría acuerdo entre PSOE y Podemos, ¿qué ha hecho mal Podemos para no lograr ese Gobierno progresista?

R. Pues mira, yo creo que todo cambió el 26 de mayo cuando Sánchez pensó, por los malos resultados que obtuvimos en las autonómicas y en las municipales, que podía acabar con nosotros. Es ahí dónde se produce el punto de inflexión. Sánchez pretendía acabar con Podemos mientras nos denominaba ‘socio prioritario’. Todos los pasos que dio iban dirigidos a culpabilizarnos de que no queríamos formar Gobierno. Dimos unas muestras de flexibilidad sin precedentes: quedarnos fuera de los ministerios de Estado, que el PSOE marcara la política del Gobierno en Cataluña e, incluso, que Pablo Iglesias se quede al margen. Quizá nuestro mayor error entre comillas porque es la ciudadanía quién decide fue no sacar unos buenos resultados en las autonómicas de mayo y dar a Sánchez la idea de poder acabar con nosotros.

P. ¿Podemos seguirá exigiendo estar dentro de un Gobierno de coalición si los resultados del 10-N repiten los de abril?

R. Nosotros tratamos de poner en valor el voto de nuestros votantes, su criterio. Venimos de la experiencia de un gobierno socialista investido por nuestro esfuerzo y por nuestros votos con un pacto de gobierno sin entrar en el gobierno en el cual muchas de los compromisos no se cumplieron. Por ejemplo en el ámbito de la energía no cumplieron nada. Para poner en valor esos votos hay que estar en el Gobierno. No se trata de sillones. Si hubiéramos querido sillones los hubiéramos tenido. Se trata de garantizar la puesta en marcha de políticas. Debemos mantener ese criterio y si a la primera no ha sido posible lo será a la segunda.

P. España lleva desde el 2015 sumida en la interinidad de sus Gobiernos con cinco elecciones generales casi consecutivas, ¿cuál es el coste para los ciudadanos de esta debilidad?

R. Estamos en esta situación porque los dos grandes partidos no han asumido el final del bipartidismo. Ese es el problema. Como ocurre en 20 de los 28 europeos, la realidad de España hoy es que tiene que haber Gobiernos de coalición. Hay gobiernos de coalición en autonomías o de derechas o de izquierdas, sin fórmulas intermedias, y también en muchos ayuntamientos. La anormalidad es que ni Rajoy ni Sánchez hayan sido capaces de conformar mayorías. La cultura política de los grandes partidos tiene que cambiar.

P. Pero el fracaso entre ustedes y los socialistas parece, según las encuestas, que puede reforzar al bipartidismo con PSOE y PP obteniendo mejores resultados…

R. Yo creo que es una situación puramente coyuntural. El bipartidismo no va a volver. Otros partidos estamos aquí para quedarnos. La representación política de hoy no tiene nada que ver con 2011 con un bipartidismo casi perfecto.

P. ¿Esa fragmentación aboca a España a una inestabilidad permanente?

R. No tiene por qué. Quien tiene la responsabilidad para formar gobierno debe tener habilidad para lograrlo y eso requiere de generosidad también. Dar juego a otras fuerzas. Tenemos la sensación de que la verdadera línea roja está en torno a Unidas Podemos. Todo está enfocado a que Unidas Podemos no entre en el Gobierno. Tenemos el derecho legítimo a estar ahí. El que Sánchez haya tratado de responsabilizar a los demás le ha salido mal porque la gente sabe que él es el responsable de esta situación.

P. Una de las derivadas de la repetición de las elecciones le afecta directamente, ¿por qué decidió abandonar Equo cuando usted fue su fundador después de que las bases decidieran sumarse al proyecto de Más País de Errejón?

R. Porque nunca creí en el proyecto de Iñigo Errejón. Es un proyecto que se basa en la fractura personal y no en la solidez política. En 2015, Podemos nos tiende la mano [a Equo] y nos dice ¿por qué no hacemos un espacio más amplio? cuando no nos necesitaba. Con este acuerdo el ecologismo político obtuvo la mayor representación de su historia en España. Tres diputados en el Congreso, más de 120 concejales, representantes en 15 capitales de provincia entre ellas Madrid. Y tuvimos una influencia decisiva en los programas como Madrid Central que fue un programa estrella y que nosotros pusimos en marcha. No entendí ninguna razón por la cual hubiera cambiar de alianzas y para mí la coherencia es quedarme donde siempre estuve.

P. ¿Se ha sentido traicionado por sus compañeros de Equo?

R. Respeto su decisión. Creo que es un error y el 10 de noviembre veremos.

P. ¿Usted cree que el independentismo catalán es pacífico?

R. Mayoritariamente es pacífico.

P. Pero el independentismo está utilizando la violencia, como reconocía la presidente de la ANC Elisenda Paluzie, para tener foco informativo internacional…

R. Quienes como Torra están siendo dubitativos en condenar la violencia están cometiendo un enorme error. Eso es jugar con fuego y desde Euskadi lo sabemos bien. Debiera condenar de forma clara hechos como los vividos en Barcelona las últimas semanas.

P. En Euskadi, en un clima más calmado, está abierto el debate político sobre el reconocimiento del derecho a decidir, ¿Elkarrekin Podemos deba apoyar el reconocimiento al derecho a decidir en un nuevo Estatuto vasco?

R. Nosotros somos claramente favorables y así lo hemos expresado al reconocimiento de la plurinacionalidad de España y al del derecho a decidir. También hemos dicho y en el debate en Cataluña lo hemos repetido, que debe hacerse de forma legal, consensuada y pactada por las partes. No creemos en una decisión unilateral como hemos visto en Cataluña.

P. Sánchez acaba de recuperar la plurinacionalidad en su programa que había quedado relegado, ¿en la próxima legislatura se abordará la transformación del Estado autonómico en un Estado Federal?

R. Yo creo que el encuadre territorial no está cerrado y la prueba es que resurgen conflictos en Cataluña y en España. Hay que abrir un proceso que dé una solución para los próximos 25 años. El hecho plurinacional está reconocido por la Constitución aunque se hiciera con la boca pequeña hablando de nacionalidades. Pero hay sectores en la política española que no reconocen esa plurinacionalidad. Me parece un disparate. Es un debate muy difícil porque hay posiciones muy intransigentes.

[Entrevistas publicada en El Mundo País Vasco ]

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