España, a la deriva en materia de política de residuos

Como los plásticos que flotan en los mares a la deriva, así está a día de hoy la política de residuos en España. O mejor dicho, la falta de políticas. En los años noventa del pasado siglo la cuestión ocupó buena parte de los debates ambientales en nuestro país, ante la saturación de los vertederos y la multiplicación de proyectos de incineradoras. Pero a día de hoy parece haber desaparecido de la agenda política. Nos encontramos con un Ministerio de Medio Ambiente en el que, en general, el peso de las políticas ambientales ha caído en picado, y en concreto la de residuos se puede dar por desaparecida.

En fechas recientes hemos conocido el retraso del Real Decreto con el que se iban a prohibir las bolsas de plásticos en 2020, la única medida realmente novedosa que se había anunciado en los últimos años en materia de residuos.

Aunque las competencias de gestión de basuras están legalmente en manos de municipios y Comunidades Autónomas, lo cierto es que la política de residuos está absolutamente condicionada por los llamados “sistemas integrados de gestión”, que en realidad son empresas privadas como Ecoembes. Gran parte de la gestión de la basura se encuentra en manos de Ecoembes, que se ocupa de la gestión de envases y embalajes a través del cubo amarillo. Ecoembes recibe su financiación de las empresas, que pagan un canon en función de la cantidad de envases que ponen en el mercado. Pero, más allá de la publicidad, a la que Ecoembes dedica grandes sumas de dinero, los resultados de este sistema de recogida se han quedado estancados, y muy por debajo de los objetivos europeos.

España debe cumplir con los objetivos europeos de reciclaje fijados para 2020 para alcanzar, como mínimo, el 50% exigido por Europa. Pero ¿dónde estamos ahora? Para buscar datos fiables hay que acudir a Eurostat, ya que los datos de las empresas de gestión son confusos y tienden a un optimismo reciclador muy alejado de la realidad. Según Eurostat España se encuentra muy por debajo de la media europea en reciclaje y compostaje con unos índices del 20% y del 10% respectivamente. Estamos por tanto muy alejados de los objetivos europeos.

La situación genera mucha preocupación, ya que si no hay cambios, no vamos a llegar en ningún caso a cumplir con los objetivos europeos. A ello hay que añadir la denuncia por los múltiples incendios en plantas reciclaje que han ocurrido en España, y que está siendo investigada ya por la Fiscalía. Pero, lo más grave es que los residuos se siguen acumulando sin freno, que no hay ninguna política de prevención, ni se impulsa la reutilización mientras, como queda dicho, los datos de reciclaje están estancados.

La situación es grave y requiere de un replanteamiento de las políticas de residuos ante el estancamiento de la situación. Pero el actual Gobierno no está por la labor de acometer los cambios necesarios en política de residuos.

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