Como cada año, con la primavera llegan las golondrinas a nuestros campos tras un largo viaje desde sus territorios en Africa. Gracias a los marcajes, cada vez sabemos más de los largos recorridos de estas aves viajeras. Pero las noticias no son buenas: al igual que otras especies humildes, las golondrinas están desapareciendo de nuestro territorio fundamentalmente por el abuso de pesticidas.
En sólo diez años, según datos de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife), la población se ha reducido en más de un 30%. Si en 2004 había unos 30 millones de golondrinas volando en pueblos y campos. Hoy esa población se ha reducido, y es probable que estemos en sólo 20 millones. Cada año, por tanto, perdemos 1 millón de golondrinas.
Voraces insectívoras, las golondrinas son nuestros grandes aliados para mantener a raya a los molestos mosquitos e insectos voladores. Paradojicamente parece que la utilización abusiva de pesticidas está detrás de esta progresiva pero implacable desaparición de las golondrinas. A ello hay que añadir los cambios en el mundo rural, y la destrucción de sus nidos como causa de la desaparición.
Con estos datos en la mano la organización SEO/Birdlife ha declarado a la golondrina como ave del año en España. Trata con ello de llamar la atención sobre su inexorable declive, que se une al de otras aves como gorriones o perdices.
Hoy más que nunca recordamos a Becquer, y convertimos sus bellos versos en un grito por la defensa de estas aves.
- Volverán las oscuras golondrinas
- en tu balcón sus nidos a colgar,
- y otra vez con el ala a sus cristales
- jugando llamarán.
- Pero aquellas que el vuelo refrenaban
- tu hermosura y mi dicha al contemplar;
- aquellas que aprendieron nuestros nombres ,
- esas…¡no volverán!
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