Hay animales que son símbolos, y el león es uno de ellos. El león es el emblema de la naturaleza salvaje en Africa, y su declive un reflejo de lo que está ocurriendo con ella. Los datos son contundentes: en 30 años el número de leones en Africa ha descendido de 200.000 a 15.000. En el plazo de una generación la población de leones africanos ha bajado hasta una cifra demasiado baja. De seguir así, el león desparecerá de la mayor parte de Africa en unos años.
Las poblaciones de león, como la de los otros 4 grandes animales africanos – elefante, leopardo, búfalo, rinoceronte – han sido objeto desde hace décadas de una considerable atención por parte del conservacionismo internacional, lo cual hace de este declive una tendencia todavía más preocupante y muy difìcil de detener, e incluso de contener.
A nadie sorprende ya que la actividad humana sea la causa de la reducción en las poblaciones de león. Hay un problema común a toda la fauna africana que es la pérdida progresiva de su hábitat. Con una población humana en crecimiento constante, y ávida de dotarse de recursos, los ecosistemas salvajes siguen siendo en la mayor parte de los casos poco más que un territorio a colonizar. En realidad al permitir la pérdida continuada de espacios salvajes los gobiernos africanos están haciendo un flaco favor a su propia sostenibilidad incluso económica, ya que son numerosos los ejemplos en los que una buena gestión de ese territorio es una fuente clave de riqueza para la zona. Esta es sin duda una de las claves para la conservación de los espacios: que las poblaciones locales participen y se beneficien de la misma.
Otro factor importante en la reducción de las poblaciones de león son las cacerías, legales e ilegales. Al parecer hay mucha gente en el mundo que sigue deseando tener una cabeza de león en su pared. Lamentable pero cierto. La caza de machos es intensa, y eso tiene un impacto notable en la capacidad reproductora de las pobaciones.
Puede parecer lejano, pero no lo es tanto. La suerte del león es también la nuestra. Si dejamos que desaparezca este símbolo de la naturaleza salvaje, detrás irá todo lo demás. Los que nos preocupamos por el futuro de este planeta, debemos reclamar que no se extingan los leones.
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