Dicen que los gobiernos adoptan sus medidas más emblemáticas en sus primeros 100 días. Si eso es así, nos espera una legislatura nefasta en materia energética. El primer anuncio del Ministro Soria desvelaba la voluntad gubernamental de alargar la vida de la central nuclear de Garoña, poco después dictaminaba la ubicación del cementerio nuclear, y el pasado viernes anunciaba una «moratoria» a las ayudas a las energías renovables. No se puede decir más sobre política energética en menos tiempo.La moratoria a las energías renovables es muy grave porque tiene una lectura mucho más allá del debate energético. Si lo que se trata es saber cuál es el modelo económico que este gobierno plantea para salir de la crisis, desde luego la moratoria en las ayudas a las renovables supone dar la puntilla a un sector ya muy maltratado en los últimos años. Un modelo económico sostenible se basa en un modelo energético diferente, que deje atrás las nucleares y los combustibles fósiles. Pero las grandes eléctricas se han salido con la suya, y han culminado su estrategia para amortizar sus inversiones plantas de gas de ciclo combinado.
El gobierno se muestra decidido a recortar al máximo el gasto. Pero más allá de recortar por todos lados, la pregunta que debemos hacernos es: ¿hacia donde cree Rajoy que debe dirigirse nuestra economía? ¿en qué sectores se podría invertir para generar actividad y empleo? Por lo que vemos hasta ahora en sus propuestas no hay mucho más que ladrillo…y el juego y los casinos que plantea para la Comunidad de Madrid la lideresa del PP.
El sector de las energías renovables es clave para el impulso de un nuevo modelo sostenible. España gasta cada año un mínimo de 40.000 millones de euros en importar petróleo. Estas importaciones tienen un efecto demoledor sobre nuestra economía, y sólo políticas de ahorro en el consumo y de impulso a las renovables pueden ayudarnos a reducir esa dependencia.
Utilizar el déficit como excusa para eliminar las ayudas a las energías renovables es una gran contradicción: son una herramienta clave para hacer frente a las importaciones de crudo que tanto y tan negativamente inciden en nuestra balanza de pagos.
Desde el punto de vista del empleo son las renovables las que más empleo generan por cada unidad de energía generada. Esa decisión tendrá consecuencias directas para miles de familias.
Pero no debemos olvidar que estamos en un escenario de cambio climático, en el que es imperativo reducir las emisiones contaminantes. Las ayudas al carbón dispararon el pasado año el consumo en España de este combustible, y con ellas se dispararon también las emisiones de CO2. Esta moratoria a las renovables confirma definitivamente que – como sospechábamos – al PP no se cree el cambio climático.
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