Hoy me despertado con una mala noticia: la eléctrica ENDESA y su socio la chilena Colbún, han conseguido la aprobación por parte del Gobierno chileno del megaproyecto de Hidroaysén. Se trata de un complejo de presas que inundará miles de hectáreas de territorio en la región XI de Chile. Tuve ocasión de conocer la zona hace ya algunos años, de la mano de los opositores al proyecto. Se trata de un auténtico paraíso ecológico, ahora amenazado por este macroproyecto energético.Precisamente la región que ahora da el visto bueno a las presas – o mejor dicho, una comisión formada por funcionarios del gobierno – había hace años optado por los valores naturales como reclamo para atraer visitantes. Aysén, Reserva de vida era precisamente su eslogan, por la belleza y diversidad ecológica de sus ecosistemas y paisajes.
De llevarse a cabo el proyecto Hidroaysén se iniciaría un proceso de construcción de grandes infraestructuras en una zona hasta ahora casi vírgen del sur de Chile. Además, el proyecto de presas necesita de una enorme línea de alta tensión de más de 2.000 kilómetros que uniría la Patagonia con Santiago, lo que añadiría todavía más impactos.
La filial chilena de ENDESA, y la empresa Colbún llevan años impulsando el proyecto Hidroaysén, pero ahora el nuevo Gibierno chileno del empresario Piñera parece haber levantado todos los obstáculos para que la corporación energética lleve adelante sus proyectos. Con un amplio despliegue de recursos en la zona, para «convencer» a sus habitantes de las bondades del proyecto, la empresa trata de hacer frente a la amplia oposición ciudadana que ha levantado el proyecto.
Este proyecto nunca deberíallevarse a cabo. Se trata de una agresión ecológica sin precedentes. Por eso unimos nuestra voz a los que gritan: Patagonia sin represas.
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