He pasado un par de días en Sevilla, en los que he presentado el Proyecto Equo de la mano de la revista online Paralelo36. La presentación contó con una nutrida presencia de público, lo que puede dar una idea de la buena acogida que EQUO está teniendo. La construcción de la casa verde avanza a buen ritmo, y con el viento en popa. Pero de eso hablaré otro día.
Por allí tuve también conversaciones, con gente que la ha concido bien, sobre la gestión de Rosa Aguilar tanto en el Ayuntamiento de Córdoba, como en la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía. Las noticias no son buenas. Aunque todo el mundo reconoce y valora su talante dialogante, lo cierto es que el medio ambiente no está en sus genes.
Rubalcaba hablaba el otro día acertadamente de la genetica machista del PP. Menudo personaje el alcalde de Valladolid….¿El verbo dimitir no lo conjuga?
Pero hablando de información genetica, el PSOE no tiene integrada en la suya la ecología. No es de extrañar por ello que Rosa Aguilar hable de «pintar de verde» el Ministerio. Se tratará de maquillar, más que de actuar. Al menos los antecedentes apuntan en esa dirección.
Aguilar ha sido receptora nada menos que de dos premios «Atila» por su gestión contraria al medio ambiente. Este dato resume su relación conflictiva con la cuestión ambiental.
Leo en la prensa que viene con un mandato de su jefe Griñán para desbloquear cuestiones polémicas para la Junta que no avanzaban por los obstáculos que se ponían desde medio ambiente. Un ejemplo es le proyecto de construcción de un polígono industrial en luna zona de marisma en Cádiz (Las Aletas), o el deslinde de Doñana, entre otros.
Por eso me pregunto a qué viene Rosa Aguilar:¿ a favorecer los intereses de la Junta de Andalucía contra el medio ambiente? ¿Viene a legalizar o a demoler el hotel de El Algarrobico? Mucho me temo que a lo primero.
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