22 de septiembre de 2009.- El cambio climático es una realidad. Entre sus múltiples impactos hay algunos que nos afectan de una manera mucho más directa que otros, aunque es el conjunto de las alteraciones el que lo hace alarmante. En las ciudades costeras el aumento del nivel del mar debiera ser una preocupación de urgencia, aunque no parece que se esté tomando demasiado en serio.
Precisamente esta tarde se estrena la película The Age of Stupid (“La era de la estupidez”). El protagonista del film, Pete Postelthwaite, se sitúa en un año 2055 en el que el mundo se ve gravemente impactado por el cambio climático, y se pregunta: “¿por qué no hicimos nada cuando tuvimos la oportunidad?”
En su mirada atrás recorre diversas situaciones en el mundo de hoy. Un mundo en el que los síntomas del cambio global empiezan a hacerse visibles.
Muchas son las historias que se podrían contar, y entre ellas la lenta pero imparable subida del mar. En la península Ibérica esta subida es más notable en la costa Cantábrica, donde las playas confinadas se encuentran en riesgo de desaparición. Como su nombre indica, una playa confinada es aquella que no puede moverse por estar entre rocas, o ser urbana. Es el caso de las playas de Donostia.
Ahora podemos elegir entre movilizarnos para evitar que la situación siga agravándose, o negar la mayor. Es más cómodo pensar que no está ocurriendo nada, y seguir como si tal cosa.
Pero tal vez un día tengamos que lamentar que no hicimos nada cuando tuvimos la oportunidad. Tú eliges.
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