Andaba yo refexionando sobre los resultados de las últimas elecciones europeas, y sobre cómo debíamos continuar avanzando desde EQUO. En los últimos días se ha escrito y hablado tanto, que decidí volver al principio y releer nuestro manifiesto fundacional «Es el momento»:
http://www.equova.org/el-manifiesto/
La primera línea del manifiesto me dió la pista: «En los últimos 50 años, la humanidad ha intervenido sobre la naturaleza y transformado los ecosistemas más rápida y extensamente que en ningún otro período de tiempo comparable de la historia«. EQUO nació con el objetivo de abrir en España el espacio que la ecología política merece y que nunca había conseguido en nuestro país. En ello estamos, y en ello debemos seguir. La historia política reciente confirma que la ecología política nunca lo ha tenido fácil en España. Pero avanzamos.
Hay quien se lamenta de que después de tres años de duro esfuerzo todavía es pequeño el resultado obtenido. Pero tenemos que reconocer que no tenemos un discurso fácil, ni el acceso a los medios de comunicación es sencillo para nosotros. Cómo habíamos dicho, queremos pasar de la indignación a las propuestas, y las nuestras son complejas porque compleja es también la situación en que vivimos.
Problemas gravísimos como el cambio climático o el agotamiento de los recursos naturales continúan huerfanos en el mundo político; siguen sin tener quien los apadrine politicamente. Ese es el papel en el que estamos inmersos desde EQUO. Ese es nuestro compromiso, y estamos avanzando en él. Por eso somos miembros del Partido verde Europeo.
El juego de alianzas nos ha dado el gran resultado de obtener un eurodiputado – compartido con Compromís – y eso es un enorme paso adelante en nuestra hoja de ruta. No olvidemos, además, que lo hemos conseguido con una inversión humilde: los 90.000 € que nos ha costado la campaña. Las alianzas son, y deben seguir siendo en el futuro, un elemento fundamental en nuestra acción política para poder sumar. hacerlo además desde la coopreación y el respeto mutuo, en forma de cooperativa política, es una fórmula que nos gusta. En las próximas citas electorales, seguiremos sin duda abiertos a sumar con quienes reclaman, como nosotros, cambios profundos en este país nuestro.
Estoy convencido de que la ecología política debe seguir siendo el eje fundamental de nuestro discurso, y de nuestra acción. Ese es nuestro espacio. Pero todavía hoy hay mucha gente que considera que nuestra propuesta ecologista es sectorial. No es así: tenemos, junto a los Verdes europeos, un Programa profundamente transformador. Estamos convencidos de que la nuestra ha sido en estas elecciones europeas la propuesta política más efectiva, quizás la única innovadora, para hacer frente en Europa a las tres grandes crisis en las que estamos inmersos: social y económica; política y ecológica. No hay otra salida. Tenemos una gran tarea por delante para convencer a mucha gente de la solidez de nuestras propuestas.
Como he dicho, el nuestro no es un discurso fácil. En un país que ha dado la espalda a su medio ambiente, no va a ser sencillo convencer de que la senda a recorrer pasa precisamente por las políticas verdes. Pero eso no debe desanimarnos, ni alejarnos de nuestro planteamiento. ¿Qué sentido tendría hacerlo?
El impacto mediático de Podemos ha generado mucho debate. No cabe duda de que su maquinaria mediática ha funcionado a la perfección, y debemos felicitarles por ello. Pero tampoco nos engañemos, la ausencia de EQUO en los grandes medios no ha sido casual. Precisamente a cuenta del actual debate, varias fuentes más que fiables comentan que EQUO ha estado vetado en los últimos meses en influyentes medios de comunicación. No por ello eludo la autocrítica: reconozco que tenemos que dar un enorme giro a nuestra estrategia de comunicación. Pero no obviemos lo que a estas alturas se hace evidente: no todo el problema está en nuestro alero. Debemos buscar también mejoras en los detalles aparentemente pequeños, pero importantes, que puedan facilitar hacer llegar nuestra propuesta verde a muchos más ciudadanos.
Pero sobre todo no nos equivoquemos, ni tratemos de ser lo que no somos. Somos lo que somos, y podemos estar orgullosos de ello.
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