El informe de UNICEF sobre la infancia en España es un recordatorio estremecedor de las consecuencias sobre la infancia de la actual crisis. Pero desde mi punto de vista, apunta también hacia ciertas políticas. El discurso económico basado siempre en la deuda, el déficit o la prima de riesgo y la aplicación de recortes a las políticas sociales tiene consecuencias. El mérito de UNICEF ha sido poner rostro y edad a algunas de las víctimas esas políticas que describe en este informe.
Supongo que UNICEF debe ser poco sospechoso de radicalismo político, aunque no se escaparán de alguna acusación en este sentido como viene siendo norma con las organizaciones críticas. Teniendo en cuenta que la mayor parte de los datos son hasta el período 2010, sólo podemos esperar un empeoramiento de la situación en próximos informes debido al agravamiento de la crisis, y a la importante profundización de la política de recortes del gobierno de Rajoy.
La lectura de estos datos invita desde luego a decir !basta! A plantar cara una situación, y a unas políticas que, como vemos en Grecia, sólo nos traerán más miseria y más injusticia.
Según UNICEF – directamente del informe –
«La pobreza infantil, estabilizada durante años en torno a la ya elevada cifra
del 24% de la población menor de edad, se incrementó de 2009 a 2010 del
23,7% al 26,2%, un incremento y un porcentaje nunca alcanzados para esta
franja de edad desde que se comenzó a usar la Encuesta de Condiciones de
Vida para medir la pobreza.
El importante incremento de este y otros indicadores de pobreza y privación
en el contexto de la crisis, especialmente los referidos a la infancia, nos está
mostrando realidades muy preocupantes:
>> Hay más niños pobres, casi 205.000 niños más en riesgo de pobre-
za en dos años (2008-2010).
>> Además de ser más, son más pobres. Al haber bajado los ingresos
medios de los hogares en España, se ha reducido el umbral de ingre-
sos que se considera para medir el riesgo de pobreza5. Por ejemplo,
para una familia de 2 adultos con dos niños este umbral ha pasado de
16.684 euros en 2009 a 15.820 en 2011.
>> La intensidad de la pobreza (en qué medida se está por debajo del
mencionado umbral) también es muy alta y creciente entre la población
infantil y adolescente en España. El porcentaje de menores de 18 años
que viven en hogares con un nivel de ingresos por debajo del 40% de
la mediana6 (pobreza alta) fue en España del 13,7% en 2010 y ha creci-
do más de 4 puntos porcentuales desde 2008. Es la cifra más alta de
todos los países de la Unión Europea de los 15, y sólo por debajo de
Rumanía y Bulgaria en la Europa de los 27
.
>> El incremento de la pobreza en la infancia ha sido significativamente
mayor que el del total de la población. Es decir, el impacto de la crisis ha
sido más duro en los hogares con niños que en el conjunto de los hogares.
>> Respecto a la precariedad de las familias con hijos, el indicador de hoga-
res con niños menores de 18 años que no tienen capacidad de afrontar
gastos imprevistos7 ha pasado de 2008 a 2010 del 28% al 37%.
Los niños son ya el grupo de edad que es más pobre.
>> La pobreza de los menores de 18 años también se está haciendo
cada vez más persistente. Según Eurostat, la pobreza crónica8 en la
infancia ha crecido casi seis puntos porcentuales desde 2007 hasta 2010,
hasta el 16,7%, mientras que la pobreza crónica del total de la población
es de un 11% y ha crecido dos puntos en el mismo periodo.»
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