Cuando hace unos meses un grupo de activistas de distintas organizaciones sociales decidimos lanzar la idea de EQUO éramos conscientes de la dificultad de formular una propuesta política en un ambiente político extremadamente inmóvil. Con un dominio total por parte de los grandes partidos de todo lo que se mueve, es muy difícil proponer nada nuevo en la política española. ¿Cambiará esta situacion conn el movimiento 15M?Algo ya ha cambiado. El hecho de que la ciudadanía salga a la calle a denunciar precisamente esa inmovilidad y sus consecuencias, por ejemplo dejándonos en manos de los mercados financieros, es una novedad casi revolucionaria en la adocenada política española. Se trata, por tanto, de un movimiento enormemente positivo que está sacudiendo esa parálisis tan profundamente conservadora.
Como no puede ser de otra manera cuando se tambalean los cimientos del conservadurismo dominante, no han tardado en lanzarse dardos envenenados contra el movimiento 15M desde los umbrales de poder. Era esperable, y continuará. Pero no importa porque el gran cambio ya se ha producido: este movimiento ha tenido la virtud de abrir la ventana para que nuevas voces puedan salir a escena, con nuevas ideas y propuestas mucho más cercanas a las preocupaciones ciudadanas.
Ojalá esta corriente de aire fresco se mantenga y permita que lo que hoy es una gran movilización ciudadana se transforme en un una nueva atmósfera política más democráica ilusionante y participada en nuestro país.
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