Puede parecer evidente que la sociedad española ha llegado a unos altos niveles de saturación con la corrupción. Así lo podemos interpretar de la lectura de las sucesivas encuestas del CIS que expresan mes tras mes un creciente hartazgo de la ciudadanía con la clase política. Sin embargo precisamente los políticos imputados vuelven a ser elegidos candidatos, y el Partido Popular, cuyas redes de financiación se encuentran en los tribunales, puede ganar las próximas elecciones generales. ¿Cómo se explican estos dos hechos tan contradictorios?La respuesta la da Tony Judt en su ensayo Algo va mal, al explicar que el alejamiento ciudadano de la política no puede ser la respuesta ante la degradación en la gestión de lo público. Ese alejamiento de la política por parte precisamente de las personas más preocupadas, o concienciadas de la importancia de la defensa del bien común, deja simplemente el espacio libre, que será cada vez más ocupado por el poder corporativo. Cuanto menos interés haya en los ciudadanos por la gestion de lo público, más a sus anchas se moverán los buscadores del beneficio privado.
Por ello abogo porque el descontento dé paso a la acción democrática, y no a la pasividad o al distanciamiento abstencionista.
Europa se mueve entre las turbulentas aguas de una crisis económica y social, que está facilitando el ascenso en muchos países de una derecha semi-extrema en cuya acción de gobierno peligran derechos tan básicos como la libertad de expresión o de manifestación. El gobierno derechista de Hungria, por ejemplo, ha aprobado una ley de medios que establece un organismo de censura y control de los medios, en el que el gobierno tiene la mayoría; el gobierno de Dinamarca desempolva una vieja ley medieval para perseguir a activistas pacíficos; Sarkozy plantea debates para atraer el voto xenófobo, y Berlusconi hace demagogia con los refugiados del norte de Africa.
Es necesario, por tanto, canalizar las corrientes de decontento ciudadano hacia un movimiento político capaz de ocupar el espacio que en ningún caso debe dejarse libre para que acciones políticas como las descritas se hagan con las riendas del poder.
Si las preguntas vienen a traves de Indignaos! o de Reacciona. Las respuestas deben de llevarnos a la acción a traves de una repolitización diferente, capaz de ilusionar y de ocupar los espacios vacíos con ideas y propuestas novedosas, pero realizadas desde esa misma preocupación por lo común que siempre ha movido a una inmensa minoría.
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