La aparición de plutonio en al menos cinco puntos del suelo del recinto de la central nuclear japonesa de Fukushima es un nuevo salto cualitativo gravísimo en los sucesos que han seguido al terremoto y posterior tsunami. El plutonio es un elemento altamente peligroso y con una vida de 24.000 años. Pero su aparición en el exterior termina definitivamente con otro de los mitos que nos hizo creer la industria nuclear: que reciclar los residuos radiactivos es posible.El reactor 3 de Fukushima funcionaba con un combustible llamado MOX, que se diferenciaba de los reactores normales por la presencia de plutonio. Este combustible se obtiene en el reprocesamiento de los residuos radiactivos de las centrales convencionales, y su utilización hasta el momento se realizaba sólo en algún reactor.
El reprocesamiento de los residuos radiactivos se hace sólo en algunas plantas en Francia y el Reino Unido. Los vertidos de estas plantas al medio marino han sido denunciados en muchas ocasiones por su peligrosidad. El de este proceso que contiene el peligroso plutonio, se transporta luego en barcos desde Europa hasta Japón cruzando y poniendo en riesgo las zonas por las que pasa el transporte.
Este proceso de reprocesamiento de los residuos y la obtención de MOX era el argumento de la industria nuclear para explicar que los residuos radiactivos podían ser fuente de nuevo combustible. Una vez más, el sueño nuclear se termina en Fukushima.
El plutonio es enormemente peligroso. La mera presencia de dosis muy pequeñas puede causar la muerte inmediata. Su vida activa en el medio ambiente es larguísima, pudiendo alcanzar los 24.000 años. Por eso la presencia de plutonio en el entorno de la central, cuyo origen más probable es por una fuga del reactor 3, ha encendido todas las alarmas. Esperemos que no haya nuevas fugas por las consecuencias que podría acarrear.
Más allá de los hechos en Japón, lo cierto es que el vertido de plutonio supone definitivamente el final de otro sueño nuclear: el del reciclaje de los residuos radiactivos.
Deja una respuesta