(Os adjunto el texto con el que presenté mi candidatura a la Comisión Federal de EQUO en el I Congreso celebrado en Madrid el 7 y 8 de julio de 2012)
EQUO es hoy todavía más necesaria que cuando comenzamos a construirla. Una fuerza política nueva, del siglo XXI y para afrontar los problemas del siglo XXI. EQUO debe ser una fuerza ecologista y social, que promueva la equidad, los derechos y la regeneración democrática, coherente con su manifiesto fundacional, Es el momento. Una organización política útil para la gente, y relevante para conseguir cambiar la realidad.
En los últimos meses el debate en EQUO se ha centrado demasiado en cuestiones internas, y de seguir así corremos el riesgo de perder la intensidad y la fuerza innovadora inicial. Por eso lanzamos una propuesta renovada, basada en la acción, para que EQUO refuerce su impulso.
Queremos un EQUO capaz de dar una respuesta a la actual crisis económica, y en especial a los intereses financieros que nos han arrastrado a la dramática situación actual. No puede construirse un futuro para nuestros hijos e hijas, en base a una política continuada de recortes sociales. EQUO debe basar sus propuestas en la sostenibilidad ecológica. Somos ecologistas, y estamos convencidos de que sólo hay salida a la crisis económica desde los mismos postulados que nos ayudarán a hacer frente a la crisis ecológica.
Europa es el marco en el que queremos estar. Somos un partido que mira a Europa, pero una Europa diferente, de los ciudadanos y del medio ambiente, de los Derechos. Una Europa ecológica y social. Por eso aspiramos a ser miembros del Partido Verde Europeo, y pediremos la entrada después del Congreso.
La crisis ecológica es de unas dimensiones colosales. Por eso necesitamos un EQUO comprometido con la lucha ecológica, y que marque un discurso netamente diferenciado de los partidos productivistas. Ese es nuestro elemento más claramente diferenciador y que tenemos que enmarcar en un discurso global en torno a los tres ejes que desde el principio hemos trabajado: democracia, derechos y ecología.
El cambio climático es un riesgo de grandes dimensiones para nuestro futuro. Por eso apostamos como prioridad por un cambio de modelo energético. Hay que dejar atrás definitivamente aquellos combustibles que han generado el problema: carbón, petróleo, gas y uranio. El futuro debe basarse en las fuentes renovables de energía.
Estos principios son inamovibles para nosotros y nosotras. Como lo son la defensa de la igualdad, o la lucha contra la homofobia y el racismo. Ni un paso atrás en los derechos conseguidos.
En un momento de recortes de derechos como el actual, en un momento de shock, en el que se pretende deslegitimar a la política, queremos que EQUO sea un partido de acción. Un partido que reinvindica la política y el activismo como forma de participación social y ciudadana. Si la política desaparece el poder lo toman los mercados. Por eso reivindicamos la política y la calle. Ambas cosas. La presencia de EQUO en las movilizaciones es una declaración de principios y una forma también de hacer llegar nuestro mensaje a la gente.
Queremos ser más. Muchos más. Necesitamos estar en más barrios y más pueblos. Necesitamos más afiliados y afiliadas. Pero sólo si somos una fuerza atractiva y amable podremos conseguirlo. Y también, por supuesto, en las redes, porque somos una fuerza innovadora y de su tiempo.
Por ello trabajaremos para que EQUO sea un espacio para hacer política de forma amable. Rechazamos las formas agresivas. Rechazamos los sectarismos. EQUO debe ser una fuerza inclusiva, abierta y plural. EQUO es la suma de muchas y muchos. Por eso EQUO debe ser multicolor.
Trabajaremos para que EQUO se consolide y crezca. Hay mucha gente que nos está mirando, y esperando. Ahora tenemos que acercarnos y convencerles de que este es su espacio.
En lo interno, apostamos por una organización mucho más sólida y abierta. EQUO es ya una fuerza horizontal, transparente y participativa que estamos construyendo entre muchas personas. Pero como venimos de los movimientos sociales no nos engañamos. Ejercer la transparencia y la participación requiere mucha paciencia, constancia y esfuerzo. Ahora hay que dar pasos para que nuestra estructura se consolide, y se fortalezca. Queremos ser también una organización efectiva, y capaz de tener incidencia en las cuestiones que trabajamos. Pero sobre todo, una organización que mire hacia fuera, que huya del ombliguismo. Una organización ágil y moderna, que combine el trabajo procomún con el talento. Una organización versátil, no burocrática, rápida, flexible, útil para la ciudadanía. Y democrática, profundamente democrática.
Deja una respuesta