En el programa electoral del PSOE del año 2008 se incluía el compromiso de ir reduciendo progresivamente el peso de la energía nuclear en el mix elćtrico español. Hace dos años, cuando tocaba decidir el cierre o la continuidad de la central nuclear de Garoña, la primera que debía ser cerrada después de Zorita, hubo una intensa movilizacion de la industria nuclear para evitarlo.La industria nuclear consiguió que Zapatero retrasara el cierre hasta 2013, dando con ello oportunidad a un posible cambio de gobierno pronuclear (PP) y a garantizar con ello que la central continúe abierta. Se valió de una intensa campaña mediática y política que contó con numerosos medios, e hizo de la manipulación una de sus banderas.
Entre sus estrategias no podía faltar la presión legal. Así que Nulcenor (Endesa e Iberdrola) presentaron una demanada contra el cierre en la Audiencia Nacional reclamando millonarias indemnizaciones al Estado (a nosotros) por la decisión de echar el cierre a la vieja nuclear.
Ahora nos enteramos de que el nuevo Secretario de Estado de Energía, Fabricio Hernández, fue uno de los firmantes de los informes presentados por Endesa e Iberdrola ante los tribunales, en el juicio contra el cierre de Garoña.
En un contexto en que Aznar y Gonzáles trabajan para Endesa y Gas Natural, esto puede parecer un tema menor. Pero se trata de la misma estrategia de «hoy en la empresa y mañana en la administración» porque todo es lo mismo. Y yo me pregunto, y a los ciudadanos…¿quién nos defiende?
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